Científicos japoneses descubrieron un yacimiento de tierras raras -nombre de los metales lantánidos, con superconducción eléctrica, alto magnetismo y de uso en la medicina nuclear, entre otros- a 2 mil kilómetros al sureste de Tokio en el fondo del océano Pacífico, a más de 5’800 metros bajo el nivel del mar.
Los fabricantes nipones tendrían acceso al yacimiento, con unas concentraciones entre 20 y 30 veces superiores a las minas chinas. El único obstáculo para extraer estos metales es la profundidad del yacimiento debido a la distancia, y hasta ahora no se conocen casos rentables de extracción de estos metales a profundidades superiores a 5 mil metros.
Fuente: Rauters