México es uno de los países de Latinoamerica que se encuentra localizado en una región volcánica rica en minerales.
La tradición minera se remonta a la época prehispánica, como lo muestra la explotación de yacimientos ubicados principalmente en las zonas de Taxco, Pachuca, Guanajuato y la sierra Gorda, en Querétaro, donde se encontraron vestigios de bocaminas.
Sin embargo, no es sino hasta el periodo de la colonia cuando la minera adquiere una gran relevancia económica y social, que se refleja en un importante impulso a la creación de poblaciones en función de la ubicación de los yacimientos y de las actividades exploratorias, asi como la creación de infraestructura de transporte, la especialización de fuerza de trabajo y el estímulo a las actividades de investigación.
A nivel mundial, el auge de la minería mexicana se tradujo en un importante flujo de metales preciosos, especialmente plata, hacia los circuitos comerciales de Europa.